Un sitio vagabundo y totalmente aleatorio, donde podría cualquier sér, de cualquier extracción social, religión, culto u secta, pensamiento político y demas cáprichos humanos, escribir lo que bien le de la gana.

jueves, 10 de junio de 2010

http://www.youtube.com/watch?v=X42txqCXz80

Muerte gris

martes, 11 de mayo de 2010

La guadua

martes, 4 de mayo de 2010

Amelia, pequeña traviesa.
Por
Simón Santiago Jacob Camus.

La pequeña Amelia; ella es una niña dichosa, Pues, en casa pan y queso nunca falta y aunque padre y madre no le asisten, abuelo y abuela con bondad y amor infinito adornan su alma.

No todo en el mundo es perfecto, pues el uno y único ha de ser Dios, así, de esta forma se puede inferir que la bella y dulce Amelia, defecto alguno debe poseer. Su defecto, oprobio u vicio: ¡Ser traviesa!

Más, esto no le hace mala a aquella pequeña, que tierna inocencia le hace pecar y un sábado a la sinagoga al escuchar al rabino cantar, se lleno de estío y las crenchas a su tío René quiso jalar. Hubo de ser fuerte el tirón, pues, aquel hombre santo que extasiado orando yergue un grito despavorido exhala y en el silencio sacro del habitáculo sagrado se oyó.

Asustase el rabino del masculino aullido, con sus ojos acuciosos al torpe busco, más al encontrar al herido de ojos llorosos y a la criminal mano que crencha aprieta, entendió con apremio motivo para tal alarido.

A esta judía pequeña, como castigo sufrir la modorra de toda la historia del pueblo elegido, hubo de escuchar, para que nunca jamás, crencha alguna de señor fervoroso quiera halar.

Al volver a casa, abuelo y abuela, le escuchan plañir, más sus lágrimas frescas de niña inquieta ambos quieren secar.

- Niña hermosa, tus manitas pálidas ciertas cosas no deben tocar, guárdalas en tu regazo, pues, grandes tesoros serán, ya que con ellas, amasar el pan deberás y en el santo Kippur unir para orar-

jueves, 15 de abril de 2010

El niño y la paloma.

El niño y la paloma.
Por
Simón Santiago Jacob Camus.

Ten, tierna paloma
de mi mendrugo de pan
una borona

Sí, te comparto mi pobreza
pero no me quejo ni replico
de la escases de mi mamá Teresa.

Ayyy! Pequeña ave…
Pues en casa dinero falta
pero de amor mi corazón se exalta.

Tú que el cielo remontas
cuéntame si en verdad
el dinero importa.

Dime, bella plumífera
Si otro niño que dinero montones posee
¿De sus padres amor espera?

En medio de mi humildad;
Mi linda madrecita…
Este mendrugo me da con toda su bondad.

Y yo con cariño,
con amor y sigilo,
te comparto ave
este pequeño bocadillo.

* * *
Toma una miga
es la ultimita mi amiga;
pueda ser que mañana no estés aquí,
Pueda que mañana estés en Roma.

martes, 23 de marzo de 2010


Albert Camus; conmemoración del Quincuagésimo aniversario de su muerte.

"Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría". A C.


El 4 de enero del año de 1960, en un accidente automovilístico, murió el famoso escritor y ensayista Argelino creador de “la peste”, “el extranjero”, “el mito de Sísifo” entre otros libros de enorme importancia filosófica que actualmente tienen tanta vigencia como en su momento.

Hoy, cincuenta años después, se le recuerda por su capacidad creativa, su pensamiento lucido, su relación belicosa con el intelectual y también escritor francés, Jean Paul Sartre, y sobre todo por su pronta muerte, justo como el diría cuando “mi obra apenas comienza”.

Un hombre que nació en medio de un hogar pobre, hijo de una madre analfabeta y sorda y de un hombre que murió cuando él era muy joven, apenas una fotografía y el recuerdo del asco y la repugnancia a ver una ejecución capital es lo que tiene de aquel.

Byron Matallana Ruiz.

martes, 23 de febrero de 2010

Reflexión sobre la naturaleza del asesino

Opinión / ¿El asesino nace o se hace?


En un país como el nuestro, en el que diariamente vemos en los diferentes medios de comunicación e inclusive en nuestra vida diaria, muertes violentas a causa del terrorismo, como diría nuestro Presidente, del narcotráfico y de la violencia urbana, no se puede evadir la pregunta que por cientos de años distintos psicólogos, criminalistas, médicos y científicos se han hecho y que los ha llevado a un callejón sin salida: ¿el asesino nace o se hace?

Para no entrar a polemizar en detalles que no corresponden, citare unos ejemplos que nada tiene que ver con grupos subversivos y aún así parecen cometidos por el más inhumano de los individuos. Se trata del caso Campo Elías Delgado y Alfredo Garavito.

El 4 de diciembre de 1986 29 personas perdieron la vida a manos de un solo hombre. Campo Elías Delgado, según Mercedes Noguera, vecina del asesino, la señora Rita de Delgado sostuvo una fuerte pelea con su hijo; sin embargo, la testigo tuvo que abandonar el edificio poco antes de que Campo Elías matara a su madre de un disparo en la cabeza en el apartamento 401 del edificio El Laurel de Bogotá.

El homicida incineró el cuerpo, lo que provocó un incendio que alarmo a los vecinos que salieron a ver lo que pasaba y que este individuo mató a medida que abrían las puertas de sus respectivos hogares.

Luego mató a una muchacha a la cuál le impartía clases de inglés y a su madre. Acto seguido, se dirigió al restaurante Pozzeto y disparó hacia los clientes. Finalmente, al verse rodeado por las autoridades, se suicidó.

Al día siguiente, Campo Elías Delgado fue el protagonista de las primeras planas de todos los periódicos del país y el más importante en la agenda de los demás medios de comunicación.

Pero, ya conociendo la historia, ¿es Campo Elías Delgado un asesino en serie?, ¿acaso cumple con todas las características que requiere el término?

Varias veces, el escritor colombiano Mario Mendoza, autor del libro Satanás, que se basa en esta masacre, ha expresado que conoció al homicida en la Universidad Javeriana en su época de estudiante.

Los dos no eran los mejores amigos pero, según Mendoza, el personaje era retraído, tímido y no era hombre de tener amigos; su acercamiento se debió por los gustos literarios que ambos compartían, pues Delgado realizaba, en ese momento, una tesis sobre Dr. Jekyll y Mr. Hyde, y Mendoza realizaba una sobre la duplicidad.

Diez años después, el caso Garavito conmocionó al país. El 24 de junio de 1996 se encontraron en Génova, Quindío, los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años respectivamente. Los cuerpos mostraban señales de tortura y desmembración de las extremidades inferiores y superiores.

A partir de este caso, empezaron a desaparecer niños alrededor del país, en total 11 departamentos, lo que obligó al CTI a organizar una junta en la ciudad de Pereira con los diferentes investigadores de los casos en cada región. Gracias a este evento, el CTI encontró similitudes entre los casos. El 22 de abril de 1999 fue capturado en Villavicencio a Luís Alfredo Garavito mientras intentaba violar a un menor.

Confesó ser el autor de 140 asesinatos de menores, aunque se le investiga por 172.

Según el mismo Garavito, tuvo una infancia acompañada del maltrato físico y la falta de afecto por parte de su padre. Además de ser víctima de abuso sexual.

En retrospectiva

La personalidad que describe Mendoza sobre Campo E. Delgado o la que proyecta Luis Alfredo Garavito, es común dentro de los asesinos en serie.

La mayoría de este tipo de criminales viene de familias rotas o con problemas constantes, lo que crea personalidades introvertidas, inseguras y que no les permiten relacionarse fácilmente con los demás.

El escritor también ha dicho que el criminal tenía serios problemas en el plano sexual y era un misógino compulsivo, al igual que Garavito, lo cual hace que un asesino no pueda separar el placer del dolor, ya que eso lo han vivido desde siempre.

Según la psicología, existen dos tipos de adicciones que unen lo social y lo genérico: la adicción a las sustancias (drogas, fármacos, tabaco, alcohol) y adicción a las conductas (al juego, al sexo o a la violencia).

Puede ser que Campo Elías Delgado fuera uno de los muchos soldados que egresados de la Guerra de Vietnam que regresaron a casa de con Estrés postraumático a TEPT, un efecto psicológico diagnosticado, en su mayoría, en individuos que alguna vez han asesinado o han presenciado muy de cerca una muerte violenta.

Probablemente, Delgado sufrió estos síntomas a razón de su actividad militar; sin embargo, alguna vez el psicólogo Luís Carlos Restrepo, en una nota que escribió sobre la masacre de Pozzeto, declaró que nuestro personaje "no mató esa noche porque había estado en Vietnam sino lo contrario; eligió ir a Vietnam porque ya era un asesino".

Estas palabras abren de nuevo el debate. Teóricos como Franz Joseph Gall o Cesare Lombroso estarían de acuerdo con la primera concepción: el asesino o criminal es innato, es otro tipo de raza humana y todas las funciones intelectuales de un individuo son determinadas por rasgos físicos como la conformación externa del cráneo e inclusive defectos en las orejas.

Alexandre Lacassagne, en cambio, dijo que no hay criminales congénitos, sino medios y circunstancias que favorecen al crimen y que todos los factores que hacen del individuo un asesino son formados en la infancia.

Entonces, ¿fueron Delgado y Garavito asesinos en serie? o ¿acaso son individuos trastornados por su infancia o por actividades como las militares?

A estas preguntas que rodean al debate se le uniría una final: ¿es posible que un asesino pueda cambiar?, ¿es posible que Garavito pueda dejar de ser un asesino?

MARÍA CAMILA GÓMEZ
Pontificia Universidad Javeriana
Para Tiempo Universitario